Cómo se realiza la evaluación del riesgo de incendio
La evaluación del riesgo de incendio es un proceso en el que se identifican los peligros y daños causados y se determina la probabilidad de que ocurra un incendio. Es una forma más de evitar que se produzcan daños junto a los extintores o los sistemas de detección de incendios.
¿Cuál es el objetivo de una evaluación del riesgo de incendio?
El objetivo de la evaluación del riesgo de incendio es minimizar el peligro de que ocurra uno y, en caso de que ocurra, minimizar el nivel de daño.
Se realiza en diferentes situaciones como cuando se planea la construcción de un edificio nuevo o se modifica la estructura de uno existente.
A la hora de evaluar el riesgo de incendio, se deben considerar diversos factores, tales como la combustibilidad de los materiales, el nivel de oxígeno disponible, la presencia de humo, el calor y las llamas.
Métodos de evaluación de riesgos de incendio
Método de los factores
Uno de los métodos más utilizado para evaluar el riesgo de incendio es el de los factores, que se basa en el análisis de diversos factores, tales como la ubicación del edificio, el tipo de estructura, el uso del edificio, el número de personas que lo habitan, entre otros.
Se trata de un método muy útil, ya que permite tener una visión global de los riesgos y posibilidades de que ocurra un incendio en un edificio.
Método Gretener
El método Gretener es, probablemente, el más conocido y utilizado en España. Aporta un mayor grado de precisión y fiabilidad que el método de los factores, puesto que se basa no solo en la identificación de los peligros y las condiciones que podrían provocarlo, sino también en las medidas de prevención y protección contra el mismo.
Para llevar a cabo una evaluación con el método Gretener se identifican primero los peligros y las condiciones que podrían provocar un incendio. Tales como la presencia de materiales combustibles, de equipos eléctricos, de un sistema de calefacción inadecuado.
Luego, se identifican las medidas de prevención y de protección contra el incendio existentes. Algunos ejemplos son el número y el diseño de las salidas de emergencia, la instalación de detectores de humo o la presencia de extintores.
Simuladores para la evaluación del riesgo
Además de los métodos ya mencionados para evaluar el riesgo de un incendio, también existen simuladores que permiten recrear las situaciones de riesgo y daños causados por un incendio antes de que este ocurra.
Dos de los más utilizados en toda Europa son el FueGO (Fire Growth Simulator) y el CFAST (Consolidated Model of Fire Growth and Smoke Transport).
Ambos permiten estimar el desarrollo de un incendio en un edificio y el tiempo de evacuación.
Son simuladores potentes que se basan en el análisis de la propagación del fuego y del humo, así como en el cálculo de la velocidad de evacuación de las personas.
Es importante tener en cuenta que el riesgo de incendio no solo depende de la estructura del edificio y de los materiales de construcción, sino también de otros factores, como el comportamiento de las personas que lo habitan e incluso condiciones climáticas.
